Este libro debe empezar declarando que Dios es. Esto no es algo que pueda probarse, ni necesita serlo. Todo hombre o mujer sabe que es cierto. El hombre tiene un sentido de Dios implantado en sí mismo. Es algo que conoce en su corazón: algo que ha quedado desde el tiempo en que la Humanidad estaba en contacto con Dios y obedecía su ley. El hombre tiene aún un sentido de esta ley, lo cual puede verse en su discernimiento del bien y el mal. No puede haber
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